El resto de los paletilleros acogió la propuesta y se unió a la aventura sin pestañear, a sabiendas de que son el tipo de ascensiones que pueden no tener retorno.
En Los Guijarros se estableció el Campamento Base a partir del cual lanzar la última cordada para hacer cima, consiguiéndose ésta con éxito por parte de todos los excaladores.
Desde la Ermita de Las Santas se podía contemplar desafiante la silueta de La Sagra, su ascensión, sin duda alguna, pronto será abordada, tan solo falta otra barra de bar.
Toda aventura de este calibre se cobra sus víctimas, esta vez hubo congelaciones severas por parte de uno de los miembros de la expedición, recordar ahora su relato todavía resulta estremecedor: "me tiré toda el día sacando las cervezas del barreño con hielo que habíamos preparado para que estuvieran fresquitas, los dedos se me iban poniendo morados pero aún así seguí suministrando bebida a mis compañeros, no les podía fallar"
1 comentario:
Ja,ja,ja...sois buenísimos hermanos.
Seguir así...
Desde Elche.... El Pulp
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